Ñ u s l e t e r


-mensaje oriental de divulgación literaria-

#74

 

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"Una y otra vez Lao Tse repite wei wu wei: no hagas. Haz el no hacer. Actúa sin actuar. Acción por medio de la inacción. No haces nada pero, sin embargo, algo se va haciendo." Ursula K. Le Guin


ÍNDICE

CUALQUIERA | Indicaciones sobre la pronunciación de palabras chinas |
GRAFFITTI
POEMAS | En Chun-King | Juan L. Ortiz |
TALLER LITERARIO | Pasáme el control |
PROSA
| Una conversación sobre el método | Ching Hao |
ETIMOLOGÍA | Oriente |
RESPUESTAS
AGRADECIMIENTOS
SUSCRIPCIONES
DEFINICIÓN | Prensa amarilla |


CUALQUIERA

Indicaciones sobre la pronunciación de las palabras chinas

    Las consonantes seguidas de apóstrofo, como p´, t´,k´,ch´, ts´, son aspiradas (duras); se pronuncian como en padre, kilo, chino y tse tsé.
    Sin apóstrofo estas consonantes suenan no aspiradas (blandas): p casi como b en bien, t como d en día, k como g en gana, ch como dch (no hay equivalente en español; se aproxima a la j francesa en jour), y ts como ds (no hay equivalente); sh como la sh inglesa o la ch francesa; hs suena como la ch alemana no aspirada en ich, Licht, de difícil pronunciación para los educados en lenguas latinas.
    La j suena como la j en jour (con una ligera inflexión hacia la r gutural francesa).
    En cuanto a la vocal muda de la palabra tse hemos optado por la e: se pronuncia: ds, como si no existiese vocal alguna. Wade-Giles usa la u inglesa casi muda como en but y translitera, p. ej. nuestro Lao Tse por Lao Tsu. R. Wilhelm usa la fonetización alemana y escribe Lau Dsï, que transmite realmente la forma más aproximada a la actual pronunciación pekinesa. 
    La vocal muda aparece también en otras voces, como Meng, Feng, etc.
    Las vocales y los diptongos se parecen bastante a sus equivalentes en español.
    La ü se pronuncia como la ü alemana o la u francesa en une. Se pronuncian las dos vocales de ou, p. ej. en Chou.
   
Las asociaciones psicológicas de orden fonético pueden tener importancia. 

Tomado de la introducción al I Ching, el libro de las mutaciones.


GRAFFITTI

"Digan lo que digan". Visto en Castillo y Aguirre (en la frontera de varios barrios varios).  


POEMAS

En Chun-King

Oh, la ciudad que sube y sube y sube
como una niña gris
        de siempre,
y repentinamente amarilla,
entre encajes de cultivos y con cabellera de follajes, 
para mirar, acaso, suspendida, ya, en las nubes, 
la seda profunda del Yan Tsé,
cosida de zampanes y pespunteada de juncos
en un deslizamiento de cínifes...
mientras una fiebre azul,
pálida, aún, por ahí.
le late las venas, oh, sí con la circulación del porvenir...
Pasó, es cierto, Tou Fou, a través de estas piedras,
por los grillos de Octubre, 
esperando que "la luna de enfrente", desde las montañas que iba a envejecer
más todavía,
le hiriera un río entre bambúes
para su sed de perlas?
Ah, pero me dijeron que aquí, también, bajo la noche de "Chiang",
no dejaron de velar los tejedores del momento, 
y que parte de ellos, por causa, 
                            precisamente, de una redada,
hubo de ser una gran mancha de sangre, ay, sobre los mismos pies del alba
que desmayaba en una pared...
Y me dijeron, asimismo,
que algunos de los que hoy exhalan estas niebla
en una sola alma de verdín, casi,
    amaneciendo...
amanecen, también, de la pesadilla:
oh, cuenca, que se estaría cavando, desde entonces, detrás aún de las miradas
que, muy dulcísimamente
despiertan a sus velos, o al de los montes...
Salud, pues, hermano mío.
        Oh, Quo-Ing...
hermano en el sauce que para todos cantará.
y en la "Kuan-yin", que para todos, asimismo, hablará...
Y para que la rueda del "Yin" y del "yan" no deje nunca de girar
en una estrella de comunión, 
y en una estrella sobre los mares de más allá de las pupilas, todavías
        y su mal de memorias:
nuestras vidas, oh hermano mío, nuestras vidas, ciertamente, 
        ciertamente ya se botaran
        bajo el mismo viento...
Salud, pues, salud, hermano mío... salud!... 


Juan L. Ortiz
, entrerriano, poeta, vive de 1897 a 1978. Su viaje a China le inspiró este y otros poemas. Escribió algunos libros: El agua y la noche (1933), El alba sube (1937), El ángel inclinado (1938), La rama hacia el este (1940), El álamo y el viento (1947), El aire conmovido (1949) y La mano infinita (1951). Circula además una edición completa de su obra a cargo de la Universidad del Litoral. 

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TALLER LITERARIO

Seminario de verano:
Master en Atenazamiento de Objetos y Partes del Cuerpo con los Dedos Gordo e Índice de los Pies.
1º Clase: Higiene podológica: Lavado de Pies (sentido religioso), Pulido de Callos, Corte de Uñas.
2º Clase: Los Pies en los Reinos Animal y Vegetal. Nociones de Anatomía. Conociéndonos los pies.
3º Clase: Atenazamiento de Utensillos. Manejo de Botones, Palancas y Perillas de Aparatos Eléctricos.
4º Clase: Atenazamiento de Partes del Cuerpo Propio y Ajeno. Salud y Placer. Introducción al Erotismo de la Tenaza.

Todo al alcance.
Taller Literario. Encuentros semanales de lectura y escritura.

Y próximamente Tantra para asmáticos.

Recapaciten, Fernando Aíta y Alejandro Güerri

Diga al: 4896-0140 o 4205-4284.
Y a las siguiente dirección:

niusleter@niusleter.com.ar


PROSA

Una conversación sobre el método (fragmento)

    Poseo varios acres de tierra en Hungku, en las montañas Taihang, donde vivo como labriego. Un día subí al monte Shencheng para echar desde allí una mirada. Después de unos momentos, me encontré bajo la sombra de una gran formación rocosa que se abría como un portal. La senda estaba cubierta de musgo y gotas de rocío y veíase una gran variedad de peñascos escarpados y de extraña apariencia envueltos en una atmósfera vaporosa. Avancé directamente hacia aquello y hallé que había una gran profusión de pinos gigantescos, algunos de cuyos troncos eran considerablemente anchos. Musgo verde cubría las cortezas, y los troncos escamosos se alzaban enhiestos hacia una gran altura que llegaba hasta los cielos. Allí donde un grupo de ellos formaba un bosquecillo, el aire era agradable y daba una sensación de vida y exuberancia. Otros se alzaban altivamente solitarios. De a ratos se veían las contorsionadas raíces, o bien un árbol aparecía suspendido sobre un torrente. Engalanaban las orillas y seguían el río, irrumpiendo en grietas de riscos y esparciendo el verde musgo. Quedé agradablemente sorprendido y pasé horas gozando del espectáculo. 
    Al día siguiente volví allí llevando conmigo mi pincel. Debo de haber hecho unas diez mil copias antes de captar el espíritu de todo aquello. 
    La primavera siguiente me encontré con un anciano en las rocas del Tambor Pétreo. Me preguntó qué hacía allí y se lo dije. 
    -¿Conoce usted la técnica de la pintura (pifa)? -me preguntó el anciano.
    -Venerable señor, no. Soy un campesino sin cultura. ¿Cómo podría conocer la técnica de la pintura?
    -¿Sabe qué deseo revelarle?
    Quedé cohibido y asombrado. 
    -Pues bien, es usted un joven simpático. Tiene que aprender. En la pintura existen seis elementos esenciales: primero, el espíritu (ch´i); segundo, el estado anímico y la atmósfera (yün); tercero, el pensamiento (sze); cuarto, la escena (ching); quinto, el trabajo de pincel (pi); y sexto, el trabajo de tinta (mo).
    -Hua
significa hua -dije yo-. Pintar es reproducir la apariencia externa. Sólo aspiramos a la verdadera semejanza. ¿A qué viene todo eso?
    -Me apena verlo equivocado. Hua significa precisamente hua. Existe una apariencia externa que no debe tomarse por la verdadera realidad (chen). Considere la apariencia como apariencia y la realidad como realidad. Si no entiende esto, dibujará una mera semejanza, pero no captará la esencia real. 
    -¿Qué quiere usted significar con semejanza y con realidad?
    -
Una semejanza -replicó el anciano- es lo que se obtiene cuando se reproduce la forma de un objeto y se deja a un lado su espíritu (ch´i). Chen (realidad, esencia real) significa que uno ha captado tanto la forma como el espíritu. Cuando el espíritu queda fuera de la forma, ésta está muerta. 
    Me excusé y dije:
    -Comprendo que la caligrafía y la pintura son ocupaciones de grandes estudiosos. No soy más que un labriego. Intenté pintar, pero nada logré. Usted podrá enseñarme... Pero creo que nunca podré pintar.
    El anciano dijo: 
    -Los deseos humanos son trampas peligrosas que nos tiende la vida. Los sabios eruditos se deleitan con la música y la pintura en lugar de satisfacer los diversos deseos. Puesto que usted pertenece a la índole de hombre cabal, debe seguir esforzándose. No desista. Le hablaré de los seis elementos que acabo de mencionar: Ch´i significa el libre movimiento de la mente que guía y domina a la perfección el pincel; Yün significa sugerir formas sin la totalidad de los detalles y crear un efecto que no sea desvaído ni común; Sze significa percibir el esquema de la composición y penetrar mentalmente en la escena; Ching significa tener en cuenta el cambio de las estaciones y captar la realidad; Pi, o trabajo de pincel, se mueve por reglas, pero hace ajustes y modificaciones a medida que avanza. No se trata de sustancia ni de forma. Es un movimiento, un vuelo; Mo, o trabajo de tinta, ofrece variaciones de gradación a fin de producir una sensación de localización y profundidad de los objetos, formando de esta suerte una pauta natural. Esta no parece proceder del pincel. 
    (...)


Ching Hao
vivió y murió en el siglo X en China, durante la época de las Cinco Dinastías. Junto a su discípulo, Kuan T´ung, desarrollaron un estilo de pintura paisajista que marcó un antes y un después en la pintura china, merced a sus trazos sencillos, casi infantiles. Hao se dio a conocer también como Hungkutse, su nombre poético. Este texto aparece en la compilación Teoría china del arte, traducido y compilado por Lin Yutang.   

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ETIMOLOGÍA

ORIENTE, tomado del latín oriens, -tis, 'que está saliendo' (aplicado al sol), 'levante'.
DERIV. Oriental, 1438; orientalista. Orientar, S. XIX; orientación.


RESPUESTAS

¿Por qué no nos describe en tres líneas el lugar imaginario en donde le 
gustaría estar ahora?

Hace calorcito, pero yo estoy en una pileta de gelatina. El infierno está encantador esta noche.
Tom Bombadil

- Laguna con cascada pequeña pero imponente
- Sombra reparadora de árbol cubriendo superficie cubierta de tréboles frescos.
- Rodeándome, tus brazos. No muy exhuberantes, más bien tiernos y algo largos... el pecho-nido que más se me ha acomodado dentro.
Moranueva

Ah, pero ese lugar imaginario no cabe en tres líneas, ni aunque quisiera yo, ni si quisiera él. Los lugares imaginarios predilectos sólo se explayan despacito lamiendo los renglones, o se quedan silenciosos en un espacio blanco, blanco.
Nati Kiako

- En una amplia terraza en las montañas con una vista extensa; una temperatura de 20 grados, un sol benigno de esos que se gozan, una cerveza, silencio de campo (pájaros, un arroyo, viento, etc), buena música y un libro.
- Acampando en una noche fresca al pie de la gran pirámide de Gizah, con el viento deslizándose por las dunas, el crepitar del fuego y las cuerdas vibrantes de un delicado instrumento musical.
- Esa tarde con las cortinas semicerradas que dejaban ver los últimos atisbos de sol y apreciar la belleza indescriptible que se encontraba junto a mí, ese gozo que jamás se repitió.
Roberto Germán López y sus 3 versiones

El cielo despejado, un mar sereno, y la brisa me rosa la cara. Todo es silencio, abajo se ve una bahía rodeada de vegetación, yo sobrevuelo ese paisaje con las alas de un aladelta.
María Eugenia Pérez

En el borde de mi condorera, buscando una buena corriente de aire tibio para elevarme indefinidamente y planear sobre toda la Patagonia, para lo que, necesariamente, debo ser un cóndor y éste es el lugar imaginario donde quisiera estar, en el cuerpo de un cóndor.
María Agustina Varela

En realidad el único lugar en el que quisiera estar es entre las piernas de Romina. Es tan linda y hace tanto que no la veo que se transformó en puro paisaje de mi imaginación.
Samurai

Yo quisiera estar ahora, después, mañana y siempre, en ese lugar donde no existe lo malo, ni el dolor, ni la pobreza, ni la mentira, ni la violencia, etc, etc. que se llama MUNDO DE PAZ, tomando sol.
María C. Alvarez

en
mar
te robo t ( colon izar en ver ano )
Diana Cegelnicki

La balanza de Carlos Carpintero señala 44.5 kilos, pero su densidad es infinita. Tiene el peso específico del cadmio. Inestable y corrosivo. Sus emanaciones producen un bochorno cruel para las gentes y los nervios.
Improbables reflejos en superficie: ¿son compatibles con el estoicismo o con la flema? Ahora le gustaría estar con él mismo. ¿Citará a Lullio para su legitimar su relato? No... prefiere a Judy Garland en "El Mago de Oz": "There's no place like home".
Carlos Carpintero

 a Tope


AGRADECIMIENTOS

¿Era en serio lo del tenedor libre, Mariano Valcarce, Soporte Técnico?
Gustavo Henao.
Juliana Orihuela.
Lilia Lardone.
Luciano Londoño.
Feliz año nuevo chino.

Mariano Valcarce, Soporte Técnico, recomienda "comprar saldos de pirotecnia".


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DEFINICIÓN

PRENSA AMARILLA: Hacia 1896 dos magnates de la prensa rivales -William Randolph Hearst y Joseph Pulitzer- eran dueños de las dos cadenas de periódicos más poderosas de los Estados Unidos. La lucha se libró sobre todo en Nueva York, donde Hearst era propietario del Journal y Pulitzer del World. Para superarse en la guerra de ventas, ambos apelaban a los toques más sensacionalistas. Titulares de tamaño catástrofe y gran despliegue de fotografías acompañaban una información que no ahorraba detalles acerca de accidentes, crímenes, adulterios y chanchullos políticos. A ese tipo de diarios el público les dio pronto el nombre de amarillos. La calificación proviene de una historieta llamada The Yellow Kid, que nació en el World. En ella, las palabras del personaje aparecían impresas sobre su camisa amarilla. El uso de esa tinta en los diarios era una innovación tecnológica; y así, al atractivo propio de la tira se sumó el detonante del color. El dibujante trabajó alternativamente para uno y otro diario: de estos vaivenes y del común estilo de hacer estallar la noticia ante los ojos del lector surgió la frase "prensa amarilla". Ésta se aplica todavía al periodismo que, aunque venga impreso en blanco y negro, busca agotar las tiradas con fuertes dosis de escalofrío y escándalo. 

De Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato, compuesta por Héctor Zimmerman.  

 a Tope


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