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-cabalgata de divulgación literaria-

 

# 113

 

 

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"Iluso, la tierra rodó al empuje de sus cascos; fué ritmador del mundo. / ¿Realidad? ¡Qué importa si vivió de inalcanzable!..." 

Ricardo Güiraldes

 


ÍNDICE

 

POEMAS | Alto en el bosque en un atardecer nevado | Robert Frost |
ETIMOLOGÍA | Caballo | 
DEFINICIÓN | Matungo | Centauro |
TALLER LITERARIO | En obra |
AGRADECIMIENTOS
ENCUESTA
PROSA | Caballo en el salitral | Antonio Di Benedetto | 
ENLACES | Inauguración: Biblioteca Virtual |
RESPUESTAS
SUSCRIPCIONES

 


 

POEMAS

 

Alto en el bosque en un atardecer nevado

 

Creo saber de quién son estos bosques.

Su casa está en el pueblo;

él no va a pescarme parado aquí

admirando sus árboles nevados.

 

A mi pequeño caballo debe sorprenderle

que lo detenga en este lugar sin granjas a la vista

entre los bosques y la laguna helada

en el atardecer más frío del año.

 

Sacude las campanillas del arnés

para preguntarme si hay algún error.

El único otro sonido es suave,

el del paso del viento y los copos blandos.

 

Los bosques son bellos, oscuros y profundos,

pero tengo promesas que cumplir

y millas que andar antes de acostarme,

millas que andar antes de acostarme.

 

 

Robert Frost nació hace ciento treinta años en Estados Unidos. Antes de dedicarse a la avicultura, fue fabricante de zapatos, maestro y periodista. En 1912, de viaje por Inglaterra, se hace amigo de Pound (Ezra) y consigue editar su primer poemario: A Boy's Will. Seguirían: North of Boston, A Further Range, A Witness Tree, A Masque of Reason, entre otros. En castellano se editaron un par de antologías. Murió en 1963.

 

a Tope

   


 

ETIMOLOGÍA

 

CABALLO, 932. Del latín caballus 'caballo castrado', 'caballo de trabajo', 'caballo malo, jamelgo', que en latín vulgar ya se empleó en el sentio general de 'caballo'. 
DERIV. Caballa 'scomber colias', 1599, nombre que primero se aplicaría a la caballa voladora, pez que salta sobre el agua. Caballar, 1438. Caballete, 1430. Caballista, mediados del siglo XIX. Caballón 'lomo entre surco y surco', 1726; también alterado en camellón, 1560-75. Caballerizo, 1495; caballeriza. Caballuno. Acaballar. Encaballar. Caballero, 1076, ya en latín tardío CABALLARIUS; caballeresco, 1605; caballeete; caballería, 1092; caballeroso, 1438. Cabalgar, 1973, del latín vulgar CABALLICARE ídem, cabalgadura; cabalgata, mediados del S. XVIII, del italiano cavalcata ídem; descabalgar, 1495; encabalgar, 1438, encabalgamiento.

COMPUESTO. Cabalhuste, hacia 1295, del latín CABALLUS FUSTIS 'caballo de fuste'.

 


 

DEFINICIÓN

 

Matungo: m. Caballo viejo o en mal estado físico.

J. J. Podesta, Farándula, 1930, 63: [...] se consiguió un caballo inútil para todo trabajo, uno de esos matungos que por su flacura no sirven ni para el cuero.

 

Del Diccionario del habla de los argentinos, Academia Argentina de Letras, Buenos Aires, 2003.

 

 

Cetauro, s. Miembro de una raza de personas que existió antes que la división del trabajo alcanzara su grado actual de diferenciación, y que obedecían la primitiva máxima económica. "A cada hombre su propio caballo". El mejor fue Quirón, que unía la sabiduría y las virtudes del caballo a la rapidez del hombre.

 

En el Diccionario del diablo de Ambrose Bierce.

 


 

TALLER LITERARIO

 

Recibieron las instrucciones

y procedieron a cavar. Cuatro palas

para un pozo. La tierra, acumulada

a los costados, montañas

para la carretilla. Arena, cal,

cemento y un celeste clarito,

resistente al agua. "La pileta

está lista", dijeron al término

del verano.    

 

Hay vida después del calor.

Taller Literario. Vacaciones de lectura y escritura.

 

Hibernan: Fernando Aíta y Alejandro Güerri

 

Llamados al 4896-0140 o al 4205-4284.
O a la siguiente dirección:

 

niusleter@niusleter.com.ar

 


 

AGRADECIMIENTOS

 

Den, Yani y Tommy 
Marcelo y Celia

Composición Tema

Marcos Bruzzo

Norah Lopez Anderson
Mariana Sáchez
Roxanova
Fabián Derosso
Alfredo Lemon

Brenda Rosales

a Tope

 


 

ENCUESTA

 

Si pudiera ir de vacaciones a otro lugar en el Tiempo, ¿adónde le gustaría viajar? 

 

¿Qué llevaría con usted?

 

Envíe sus respuestas a: niusleter@niusleter.com.ar

 


 

PROSA

Caballo en el salitral 

     El aeroplano viene toreando el aire.
    Cuando pasa sobre los ranchos que se le arriman a la estación, los chicos se desbandan y los hombres envaran las piernas para aguantar el cimbrón.
    Ya está de la otra mano, perdiéndose a ras del monte. Los niños y las madres asoman como después de la lluvia. Vuelven las voces de los hombres:
    ­¿Será Zanni..., el volador?
    ­No puede. Si Zanni le está dando la vuelta al mundo.
    ­¿Y qué, acaso no estamos en el mundo?
    ­Así es; pero eso no lo sabe nadie, aparte de nosotros.
    Pedro Pascual oye y se guía por los más enterados: tiene que ser que el aeroplano le sale al paso al "tren del rey".
    Humberto de Saboya, príncipe de Piamonte, no es rey; pero lo será, dicen, cuando se le muera el padre, que es rey de veras.
    Esa misma tarde, dicen, el príncipe de Europa estará allí, en esa pobrecita tierra de los medanales.
    Pedro Pascual quiere ver para contarle a la mujer. Mejor si estuviera acá. A Pedro Pascual le gusta compartir con ella, aunque sea el mate o la risa. Y no le agrada estar solo, como agregado a la visita, delante del corralón. No es hosco; no está asentado, no más: los mendocinos se ríen de su tonada cordobesa.
    Se refugia en el acomodo de los fardos. Tanta tierra, la del patrón que él cuida, y tener que cargar pasto prensado y alambrado para quitarle el hambre a las vacas. Las manos que ajustan y cinchan dan con los yuyos que han segado en el camino: previsión medicinal para la casa. Perlilla, tabaquillo, té de burro, arrayán, atamisque... Mueve y ordena los manojos y la mezcla de fragancias le compone el hogar, resumido en una taza aromática. Pero se adueña del olfato la intensidad del tomillo y Pedro Pascual quiere compararlo con algo y no acierta, hasta que piensa, seguro: "...este es el rey, porque le da olor al campo".

    ¿Eso, el tren del rey? ¿Una maquinita y un vagón dándose humo ? No puede ser; sin embargo, la gente dice...
    Pedro Pascual desatiende. Lo llama esa carga de nubes azuladas, bajonas, que están tapando el cielo. Se siente como traicionado, como si lo hubieran distraído con un juguete zampándole por la espalda la tormenta. No obstante, ¿por qué ese disgusto y esa preocupación? ¿No es agua lo que precisa el campo? Sí, pero... su campo está más allá de la Loma de los Sapos.
    La maquinita pita al dejar de lado la estación y a Pedro Pascual le parece que ha asustado las nubes. Se arremolinan, cambian de rumbo, se abren, como rajadas, como pechadas por un soplido formidable. El sol recae en la arena gris y amarronada y Pedro Pascual siente como si lo iluminara por dentro, porque el frente de nubes semeja haber reculado para llevarle el agua adonde él la precisa.
    Ahora Pedro Pascual se reintegra al sitio donde está parado. Ahora lo entiende todo: la maquinita era algo así como un rastreador, o como un payaso que encabeza el desfile del circo. El "tren del rey", el tren que debe ser distinto de todos los trenes que se escapan por los rieles, viene más serio, allá al fondo.
    Es distinto, se dice Pedro Pascual. Se da razones; porque en el miriñaque tiene unos escudos, y dos banderas. . . ¿Y por qué más? Porque parece deshabitado, con las ventanillas caídas, y nadie que se asome, nadie que baje o suba. El maquinista, allá, y un guarda, acá, y en las losetas de portland de la estación un milico cuadrado haciendo el saludo, ¿a quién?
    La poblada, que no se animaba, se cuela en el andén y nadie la ataja. Los chicos están como chupados por lo que no ocurre. Los hombres caminan, largo a largo, pisan fuerte, y harían ruido si pudieran, pero las alpargatas no suenan. Se hablan alto, por mostrar coraje, mas ni uno solo mira el tren, como si no estuviera.
    Después, cuando se va, sí, se quedan mirándole la cola y a los comentarios: "¡Será! . . . "
    Antes que el tren sea una memoria, llega de atrás el avioncito obsequioso, dispuesto a no perderle los pasos.
   
    Tendrá que arrepentirse, Pedro Pascual, de la curiosidad y de la demora; aunque poco tiempo le será dado para su arrepentimiento.
    A una hora de marcha de la estación, donde ya no hay puestos de cabras, lo recibe y lo acosa, lo ciega el agua del cielo. Lo achica, lo voltea, como si quisiera tirarlo a un pozo. Lo acobarda, le mete miedo, trenzada con los refusilos que son de una pureza como la de la hoja del más peligroso acero.
    Pedro Pascual deja el pescante. No quiere abandonar el caballito; pero el monte es achaparrado y apenas cabe él, en cuclillas. El animal humilde, obediente a una orden no pronunciada, se queda en la huella con el chaparrón en los lomos.
    Entonces sucede. El rayo se desgarra como una llamarada blanca y prende en el alpataco de ramas curvas que daban amparo al hombre. Pedro Pascual alcanza a gritar, mientras se achicharra. Ruido hace, de achicharrarse.
[...]

Para leer todo el cuento pise acá 


Antonio Di Benedetto
nació en Mendoza en 1922. Estudió abogacía algunos años, pero luego se dedicó al periodismo, en el diario
"Los Andes", y como corresponsal del diario "La Prensa". En 1953 publicó su primer libro de cuentos, Mundo Animal; tres años más tarde, la novela que (secretamente entonces) lo consagraría: Zama. En Europa recibió por su labor literaria y periodística varias becas y distinciones. Fue secuestrado por el ejército en 1976: estuvo detenido un año y medio. Tras su liberación se exilió en Estados Unidos, Francia y España. En 1985 regresó a la Argentina, donde murió al año siguiente. Sus otros libros de cuentos son: El pentágono, Cuentos claros o Grot, Declinación y Ángel, El cariño de los tontos (que contiene el cuento transcripto), Two stories, Los suicidas, Absurdos, Cuentos del exilio; más dos antologías de los mismos; y otras dos novelas El Silenciero (1964) y Sombras, nada más (1985). 

a Tope

 


 

ENLACES

 

Apriete acá y visite la Biblioteca Virtual: una colección creciente de textos completos.

 


 

RESPUESTAS

 

¿Cuáles fueron las mejores tres cosas de 2004?

1ª Querida Eugenia está a mi lado
2ª Arregle la gotera del baño
3ª Mi perra Mónica cumplió 18 y sigue vivita y coleando.
JeRe 

 

1: Viajar al Sur del Mundo para mandar las nubes magallánicas al Norte.
2: Viajar a Buenos Aires y ver esos grafities en las paredes de las callecitas.
3: Comenzar a escribir poesía perruna frenteticamente.
sole molina

 

1) Que me echaron del laburo (lo detestaba) 
2) El disco "lagrimas negras" de Bebo & el Cigala.
3) No se por qué arbitrio del destino tuve más sexo que en toda mi vida (siempre fui medio lenteja).
Gustavo Zanella

 

Personalmente lo mejor de mi año pasado fue: 
1- haberme comprado una casa mejor y más grande. 
2- tener salud y amor (el dinero va y viene y no merece ser tenido en cuenta, salvo casos graves y/o extremos). 
3- tener la dicha de no desear nada más en particular. 
Roberto López

 

1ª.- Asistir como expositora -y coordinadora de la exposición- al Festival Internacional Cervantino, en Guanajuato, Gto.
2ª.- Diversificar(me)
3ª.- Reinventarme.

 

1ª.- tuve muchos -pero muchos- desafíos. Y aquí estoy.
2ª.- estoy aceptando(me)... y me gusto.
3ª.- recobro la escritura -madre universal- y me comprometo cada vez más.
Araceli Zúñiga (México).

 

Las tres mejores cosas del 2004 fueron:
Ver a las ballenas de Puerto Madryn haciendo piruetas a pocos metros del barco en el cual estábamos
Algunos sueños apasionados con un viejo amor
El antidepresivo que me recetó mi psiquiatra y piscólogo
Peperina Bosco

a Tope 


 

Más paseos

 

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